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Las tensiones estructurales entre el nuncio-colector y la Corona española fueron especialmente intensas en el ámbito de la gestión de las rentas pontificias. A lo largo del siglo XVI, la Colectoría de España —institución encargada de percibir las rentas de los espolios de los obispos fallecidos y el producto de los frutos de las sedes vacantes—, tendió a fortalecer sus funciones, por un lado, mediante la definición del territorio de actuación y de la creación de cauces seguros y eficaces para la transferencia de los capitales generados por las rentas pontificias de España en beneficio de la Cámara Apostólica de Roma. Ello fue debido, como explica el profesor Carretero Zamora basándose en fondos del Archivio di Stato di Roma y del Archivio Segreto Vaticano, a la inclusión de la Colectoría en los eficientes mercados de letras de cambio entre España y Roma desde comienzos del siglo XVI, así como, a partir de la segunda mitad de la centuria, con la consolidación de la figura del tesorero general de la Colectoría y su vinculación con la banca próxima a la Cámara Apostólica en Roma, de origen genovés y que también controlaba el negocio del arrendamiento de los frutos de las vacantes episcopales castellanas. Financieros de los que saldrán los sucesivos depositarios generales, encargados de proporcionar liquidez a las cuentas pontificias y créditos casi ilimitados a la Cámara Apostólica sobre los rendimientos de las rentas españolas. The problems between the Papal nuncio and the Spanish Crown were particularly serious in the field of the Papal revenues. During the sixteenth century, the “Colectoría” of Spain, a commitee charged with the task of collecting the revenues of the vacant bishoprics, increased its importance through improvements in the methods used to transfer to Rome the revenues collected by the Vatican from Spain. This was possible thanks to the massive use of letters of exchange between Spain and Rome since the beginnings of the sixteenth century and to the growing importance of the Treasurer of the Colectoría. The Treasurers were usually well connected with the big genoese banking houses and from this group emerged the so called “Depositarios”, who used the revenues collected from Spain to support the Vatican Treasury. |