Título: Diferimiento de la recompensa: Una revisión
Autores: Antonio N., Sánchez B.
Fecha: 2013-11-14
2013-11-14
1982
Publicador: Universidad de los Andes Venezuela
Fuente:
Tipo: Texto
Tema: Universidad de Los Andes
Facultad de Medicina
Medicina y Salud
Artículos
Descripción: Son variadas las consideraciones teóricas y empíricas que han tratado de explicar la presencia del diferimiento de la recompensa dentro de un conjunto de variables motivacionales de la conducta humana. Mischel (1958, 1961, 1961) expresa que las causas que, en gran parte, originan este tipo de comportamiento son de origen sociocultural (forma de crianza, ausencia de la figura paterna en el hogar, estatus socioeconómico y cultural bajos). Bandura y Mischel (1965) ratifican, en cierto modo este criterio, al señalar que el aprendizaje social es, en gran parte, producto de los modelos que se tengan. Si los modelos no exhiben conductas clasificables como responsables, con deseos de superación optimistas, los individuos con estos modelos en frente no podrán ser sino impulsivos, agresivos, apáticos y llenos de frustraciones, en la mayoría de los casos. De ahí que conductas de no diferimiento se encuentren frecuentemente en los estratos sociales donde más se nota la presencia de este tipo de modelos. El paradigma experimental utilizado por Mischel y la mayoría de los investigadores en esta área, ha sido el de poner a los sujetos (niños de 2 y medio y 9 años de edad) a escoger entre un objeto pequeño y de relativo poco valor económico para dárselo de inmediato, o uno más grande y de mayor valor económico para serle entregado cierto tiempo más tarde (1-2 semanas después). La decisión que tome el sujeto, frente a las alternativas que se le ofrecen, será lo que determinará su capacidad para diferir o no. Esta condición experimental ha sido objeto de críticas por varios investigadores. Algunos de ellos han introducido modificaciones para mejorarlo pero, en términos generales, los datos recogidos confirman consistentemente la presencia de este tipo de conducta en los estratos social y culturalmente más deprivados, que constituyen el núcleo perteneciente a la llamada cultura de la pobreza (Lewis, 1966; Alien, 1970; Sarbin, 1970) o más acertadamente denominada, para nuestro medio, pobreza psicológica (Romero García, 1981).
Idioma: No aplica