Descripción: |
En una sociedad en la que actualmente priva el individualismo, el egoísmo
y la falta de valores, el éxito de las organizaciones se basa en el
trabajo en equipo, es decir la aportación de cada individuo al fin
colectivo. El grupo depende de la actuación ética con la que
se desempeñen cada uno de sus miembros para conseguir las metas que
se ha planteado y enfocados a lograr un bien común.
El personal que labora para un Organismo de Control y Evaluación
Pública no sólo no es la excepción, sino particularmente
un caso que amerita especial atención en el aspecto de comportamiento
ético ya que éste se enfrenta cotidianamente a conflictos e
inconvenientes mayores debido a que diariamente tiene que vigilar por el
manejo transparente de los recursos materiales y humanos, conduciéndose
en todo momento con certeza y claridad, luchando por ofrecer veracidad y
credibilidad a pesar de las adversidades que se acrecientan por cuestiones
políticas y conflictos de intereses, además de otras cuestiones
que se irán explicando ampliamente.
A pesar de que México experimenta en estos momentos un periodo de
Modernización en el Servicio Público y esta haciendo grandes
esfuerzos para lograrlo, los Servidores Públicos que se encuentran
en la Contraloría generalmente no son los idóneos, por lo que
muchas veces se cometen actos de corrupción, identificados por los
ciudadanos como: la inseguridad, la pobreza, la falta de garantías
y servicios. Estos actos indebidos cometidos por los servidores públicos
últimamente se difunden diariamente en los medios de comunicación
(entrevistas, denuncias, video-escándalos) y la manifestación
más sublime de un país cansado, se pudo comprobar el día
domingo 27 de junio de 2004, con la Marcha por la Inseguridad. No podemos
seguir siendo insensibles, debemos aportar soluciones para tener confianza
en las personas que están a cargo de nuestro bienestar, Puebla no
es la excepción, por lo que me enfocaré en la Contraloría
de este Estado. En la mayor parte de los casos, la conducta de los individuos
que laboran en un órgano de Control no están normadas por una
buena costumbre, o bien por reglas y requisitos no escritos que resultan
ambiguos. En la mayoría de los casos éste conjunto de reglas
no está establecido por considerarse intrascendente y poco práctico,
aunque sí existen algunas políticas al respecto para deslindar
responsabilidades, por tratarse de un puesto de carácter público.
La falta de reglas claras se da en todos los procesos de Recursos Humanos
del Gobierno, desde la Definición del Puesto hasta la Contratación
del candidato elegido, esto representa una invitación a la libre
interpretación y tergiversar los intereses y valores de del grupo
de servidores públicos, limitando su capacidad para alcanzar los objetivos
del organismo ya que no se apegan a la normatividad aplicable ni obedecen
a códigos de ética, si la Dependencia no cumple sus funciones
el resultado se ve reflejado en los gobernados, directamente.
En este ejercicio trataré de desarrollar y explicar el perfil del
auditor de la Contraloría y su proceso de selección a partir
de principios claros y fáciles de implementar, con una visión
prospectiva y coherente con la globalización, y el pensamiento moderno
del milenio en curso, así como presentar algunos de los beneficios
y ventajas que aporta a un organismo de Control la elaboración e
instrumentación de un procesos que permitan definir y unificar algunos
criterios del personal, con el fin de abatir las prácticas poco
transparentes y las conductas deshonestas -ya sea con conocimiento de causa
o por omisión- en diversos los ámbitos de la vida y así
lograr la eficiencia y eficacia de los recursos para fines del bien común.
Palabras clave: Auditor, Sedecap, Selección, Contraloría,
Perfil del candidato, Diagnóstico de Auditor
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