Título: Patrimonio en la periferia: enclaves patrimoniales y marcas de identidad local en el ordenamiento territorial del Gran Santiago
Autores: Gámez Bastén, Vicente
Fecha: 2010
Publicador: Dialnet (Tesis)
Fuente:
Tipo: text (thesis)
Tema:
Descripción: Se exponen los antecedentes que llevaron a definir el problema a investigar, se definen los alcances del trabajo y sus limitaciones; qué cosas no se propone estudiar y cuáles sí; se enfatiza el rol demostrativo de los casos seleccionados para validar la hipótesis de trabajo y se entregan las conclusiones pertinentes. El objetivo principal de esta investigación es intentar un aporte al conocimiento de los procesos territoriales antes enunciados: metropolización, suburbanización, formación de enclaves territoriales diferenciados, etc. Para abordar teórica y empíricamente esta materia, es fundamental la noción de enclave patrimonial metropolitano y que se define para los fines de este trabajo, como un territorio descriptible y delimitable por sus características de desarrollo diferenciado de su entorno próximo o inmediato, tanto en sus aptitudes, como recursos naturales y culturales de valor patrimonial y el cual puede ser evaluado en estas características tanto desde un punto de vista metropolitano central, (nacional o regional) como de un punto de vista local (comunal o vecinal), en relación, o desde una perspectiva del desarrollo territorial sustentable, como factor estratégico de ese desarrollo. El objeto teórico de este trabajo no es un problema de desconocimiento de la magnitud o cuantía de recursos patrimoniales en la periferia, el estudio de su valor cultural, histórico, ambiental, etc. ni los criterios sugeridos o fundamentados para su puesta en valor o declaración oficial de protección (zona típica u otra modalidad instrumental en la normativa chilena). Un argumento para evitar este compromiso es el gran stock acumulado de recursos patrimoniales en el ámbito metropolitano de Santiago, a la espera de su protección efectiva, no sólo nominal o normativa por la escasez de recursos económicos y la falta de compromiso social que requiere su protección. El objeto teórico de este trabajo no es el problema de un recurso patrimonial específico, subvalorado o amenazado por el deterioro físico que se quiere poner en valor en un contexto territorial definido, en este caso la periferia metropolitana, por el sólo hecho de constituir un enclave o territorio diferenciado o atrasado en su desarrollo relativo o comparado con los niveles de desarrollo de su región o contexto territorial al que pertenezca. Un estudio de esta naturaleza sólo podría contribuir al diagnóstico y fundamentación de la necesidad de valoración y protección si corresponde. En general la mayor parte de los recursos patrimoniales que están en proceso de alcanzar una protección oficial (declaratoria de Monumento Nacional o de Zona Típica), podrían estar en esta situación. El objeto teórico de este trabajo no es el problema de identificación o reconocimiento de la existencia de un patrimonio modesto o precario que se puede relacionar en forma natural con la periferia de poblaciones espontáneas o planificadas por el Estado, a pesar de que se tiende a incorporar en la actualidad la variable patrimonial en las políticas de mejoramiento de barrios como componente esencial para motivar la participación ciudadana. Se considera este enfoque o aproximación analítica apropiada para la escala vecinal con el fin de implementar políticas de mejoramiento social, pero no de la escala de desarrollo local comunal que es la elegida por este trabajo. Tampoco el objeto teórico de este trabajo se relaciona con los problemas de gestión de esos recursos patrimoniales, ni la evaluación o efectividad de los instrumentos de protección patrimonial disponibles (Zonas Típicas, por ejemplo), ya que esa tarea recae, por lo general, en las autoridades pertinentes y cuando requieren ese tipo de ayuda contratan asesorías técnicas apropiadas para ese propósito. El objeto teórico sobre el cual se pretende hacer alguna contribución significativa se refiere al problema de cierta insuficiencia teórica o conceptual que nos aproximen a una mejor comprensión del proceso de configuración de enclaves de recursos patrimoniales en el ámbito metropolitano, especialmente �desde� lo que se califica periferia o territorio en vías de integración y desarrollo a la metrópolis santiaguina, como componente estratégica en el diagnóstico necesario para sustentar el desarrollo local (comunal) en el espacio en vías de integración y desarrollo de las periferias metropolitanas. Esta supuesta �insuficiencia teóricaconceptual� que apoye el �diagnóstico local� es parte central de la argumentación de esta tesis. El objeto teórico en una aproximación sistémica, para hacer más comprensible el fenómeno o proceso antes señalado, se refiere a la reconstrucción de un concepto que describa y defina ciertas entidades territoriales, como ecosistemas discernibles en la periferia metropolitana, enfatizando aspectos genéricos, más allá de sus singularidades o especificidades aparentes que atraen la atención del observador en una primera experiencia de conocimiento. Estos aspectos genéricos se relacionan fundamentalmente con la capacidad o aptitud de estos enclaves para contribuir al proceso de desarrollo local de su área de influencia, generalmente comunal y no sólo vecinal. Estas entidades territoriales son espacios habitados y no se definen sólo por su naturaleza física o territorial, ni por su naturaleza social, sino que por la relación entre ambas, lo que se ha definido como su naturaleza ecológica, pero más allá de esta dimensión sistémica, por el modo que se transmite o hereda en el tiempo y los cambios que este proceso significa en los contenidos tangibles o intangibles de lo heredado, que es también denominado patrimonio cultural. Ciertos aspectos del sistema territorial como universo de estudio donde identificar unidades de análisis apropiadas, se podrían expresar como que la periferia (entendida como ciudad exterior en transición de un área metropolitana en expansión), no tiene o no reconoce un patrimonio cultural consolidado, como lo hacen las ciudades centrales con �historia� o la periferia �rural� depositaria convencional de lo que se llamado cultura folk o tradicional, en la literatura clásica. Por otro lado, la ciudad central, aunque tenga una cultura con larga formación histórica, es generalmente la que ha sido capaz de absorber y desarrollar una cultura �moderna� o cosmopolita, sobrepuesta muchas veces o �vecina� a ésta. Lo que se aporta a la discusión teórica del patrimonio no es tanto porqué el patrimonio rescatado en la periferia se constituye en un factor explicativo o causal de "desarrollo local" en la periferia, sino cómo puede ser más efectivo este rol si se identifican y tipifican los procesos culturales (aculturación) de formación e integración social en la periferia y se efectúan las valoraciones y puestas en valor, bajo diferentes circunstancias de tiempo (cuándo) y lugar (dónde), así como del instrumental a utilizar (con qué medios). La idea del cambio producido en estos elementos o unidades territoriales de desarrollo que denominamos �enclaves patrimoniales� también se puede expresar como una relación de variables de control o planeamiento, donde los aspectos o dimensiones útiles para su análisis son el proceso ecológico de configuración de enclaves como componente estratégica de los recursos de desarrollo de una comunidad y la valoración local del patrimonio por sus habitantes, como componente básica de percepción de necesidades de su desarrollo humano y colectivo. La relación sistémica expresada en la percepción de una comunidad de que parte importante de sus necesidades de desarrollo pueden ser resueltas con el uso de recursos patrimoniales locales se considera un factor explicativo o causal de comportamientos culturales urbanos como se verá más adelante. El proceso de configuración de enclaves patrimoniales a escala metropolitana está relacionado con el proceso de aculturación e integración social de la población que se incorpora por migración o crecimiento vegetativo al espacio metropolitano. Este proceso de aculturación e integración social tiene diversas manifestaciones ecológicas (en el sentido de la ecología social) y se puede describir en sus dimensiones sociales o modos de vida urbana como ecológicas, tipología de ambientes físicos adaptados o creados por esos modos de vida urbana. La relación es interactiva o biunívoca. Ambas se afectan o condicionan mutuamente. La �ecología social� de Park y seguidores, ensayó algunos patrones territoriales interpretativos de estos procesos ecológicos en los trabajos muy conocidos de Burgess, Hoyt, McKenzie, etc. Aproximaciones más actuales sobre la relación sistémica o interdependiente entre el comportamiento social y su entorno físico con un enfoque crítico como el de Michelson (1970), son recursos conceptuales fundamentales para este trabajo. Estas mismas técnicas se siguen utilizando para destacar las proyecciones ecológicas de la pobreza urbana, por ejemplo. En este trabajo se ensaya una tipología de tendencias de modos de vida urbana enfatizando o seleccionando descriptores relacionados con los aspectos de aculturación (cambio cultural), integración (social, económica) y arraigo ecológico de la población metropolitana que tienen un comportamiento correlativo, en relación a la valoración y protección del patrimonio local. Desde el punto de vista del desarrollo local, un enclave patrimonial puede ser valorado como un territorio que permite, facilita o activa la aculturación e integración de la población que la habita, donde los recursos heredados en forma colectiva cumplen un rol esencial. Los mecanismos que permiten este proceso se apoyan en la valoración de satisfacción de necesidades de desarrollo, más allá de las básicas (alimentación, alojamiento, etc.) como las de desarrollo humano, modo de vida, relación de vecindad, pertenencia comunitaria, en suma, de integración social y cultural. Desde un punto de vista formal, esta tesis es una discusión sobre el concepto de �enclave patrimonial� y la factibilidad de darle un status teórico o explicativo del �desarrollo local� en las periferias metropolitanas. En la práctica, los enclaves patrimoniales que se analizan, son sectores urbanos físicamente diferenciados, en el sentido que se han quedado desfasados en el tiempo, en relación a una periferia que se expande con poblaciones populares de reciente ejecución (segunda mitad del siglo XX en el caso de Santiago). Estrictamente el barrio Yungay (1850), por ejemplo, corresponde al tipo de �barrio tradicional�, porque se encuentra en la periferia interior o vecina al centro o casco histórico de la ciudad, aunque en su origen fue insertado en un medio rural y adquirió sus atributos culturales. Los otros cinco, tienen un origen más rural, o semirural, pero se han transformado en vecindarios o barrios con el tiempo y han quedado atrapados en comunas periféricas a las que les transmiten cierta identidad cultural, porque son diferentes y hacen diferentes a todas estas comunas que se parecen entre sí. De ahí su importancia relativa en la construcción tipológica que se hace en este estudio. Si bien la tesis de este trabajo se focaliza en la discusión sobre el rol que pueden cumplir los denominados �enclaves patrimoniales� en el desarrollo local de las periferias metropolitanas, parte fundamental de la argumentación se apoya en el análisis multivariable, formalizado en una hipótesis de trabajo que relaciona al menos dos grandes variables, cuyos valores pueden ser observados en las entidades que representan tales enclaves. Como este trabajo es sobre �patrimonio� y sus problemas de conservación: pérdida de valor, deterioro físico, etc, le corresponde asumir la función de variable dependiente que debe ser explicada con otras variables o factores causales. Esta explicación debe ser válida, al menos para las entidades o universo de estudio previamente delimitado. Cuando se postula la �pérdida de valor cultural� de un recurso patrimonial tangible, como variable dependiente y como esto afectaría el �desarrollo local�, es porque se pretende identificar los factores externos que amenazan estos valores patrimoniales, tales como la globalización (en el sentido de formación de una cultura universal homogénea, donde lo diferente no tiene valor); las emigraciones a escala metropolitana donde los habitantes que pueden defender el patrimonio tangible e intangible abandonan esta tarea; las inmigraciones que desconocen los valores locales o incorporan nuevos modos de vida que borran la cultura local, etc. En este enfoque analítico, el comportamiento �urbano� en sus diversas manifestaciones culturales de una comunidad local, puede ser postulada como una variable independiente o explicativa del deterioro o �perdida de valor� de un recurso patrimonial en un estudio urbano o territorial convencional. Esta relación de dependencia puede ser inversa, como se sabe, si se adopta enfoques rudimentarios de la sociología urbana con diversas interpretaciones de la ecología humana donde �el espacio ha sido utilizado como un medio más que como una variable, con un efecto potencial propio�. En este último sentido los factores �ecológicos� como el tipo de edificación, el lugar de asentamiento, el tamaño de la comunidad serían variables independientes o causas con efectos predecibles en la calidad de la vida en sociedad (variable dependiente). Un enfoque analítico más actual valora las aproximaciones sistémicas que estudian las interdependencias como influencias recíprocas entre la acción de las comunidades en su entorno, como el efecto del entorno en la comunidad. De ahí, que la hipótesis de trabajo (como relación entre dos variables) bosquejada en el párrafo anterior, tiene un potencial �explicativo� más poderoso si se plantea en términos de una interdependencia �sistémica�, o al menos recíproca (en su forma más simple). La hipótesis de trabajo se formula en su origen, como la reconstrucción analítica de un proceso de observación de algunas localidades de la periferia metropolitana, durante la década de los noventa y que están sufriendo un proceso de transformación por efecto de su incorporación al sistema metropolitano, que funcionalmente se habían oficializado en 1960, como �comunas� integradas al Plan Regulador Intercomunal de Santiago. Estas comunidades ahora oficiales, reconocidas e identificadas, tienen una historia, un pasado y una identidad rural en su origen y sus habitantes tienen conciencia de esta condición, así como del proceso de cambio que enfrentan. Es así como en las instancias creadas en la actualidad para implementar el �Plan de desarrollo local�, la principal inquietud local y reivindicación de sus representantes, es la necesidad de resolver este proceso de integración metropolitana, impuesto desde el gobierno central, mediante la valoración de un �intangible� que es su modo de vida y de algún manera mitigar o evitar la pérdida de ciertos valores tradicionales que se ven amenazadas por el cambio y la �modernización� de las estructuras físicas y sociales que se introducen en la idea de �desarrollo metropolitano� que postula el Plan. La forma en que se expresan estas reivindicaciones de la comunidad local, varía de acuerdo a ciertos condicionamientos históricos. Alguna comunidad puede tener un pasado con raíces profundas en los pueblos originarios que estaban establecidos ya antes de la colonización incaica e hispánica. Otra localidad, puede tener un pasado más relacionado con la colonización hispánica desde sus inicios y otras, más reciente se originan en eventos de la vida republicana del país. Su historia local les da identidad y singularidad, pero la percepción del cambio y la demanda de incorporar este recurso intangible al proceso de desarrollo metropolitano, les otorga una dimensión genérica que instrumentaliza y facilita una aproximación teórica al problema. La discusión de la hipótesis de trabajo hacía necesaria la construcción de un concepto que permitiera dimensionar y describir el proceso o cambio analizado en su manifestación a entidades �reales� o localidades metropolitanas que reflejaran con mayor claridad los valores que pueden asumir estas variables. De este modo, se agregaron a algunas de las localidades observadas en forma técnica o al azar para formalizar el �problema de investigación�, otras localidades elegidas por su contribución a reafirmar los aspectos genéricos del proceso y validar los aspectos específicos, como marcas de identidad y singularidad de cada ente analizado. Con el fin de identificar una �muestra� de casos de configuración de enclaves metropolitanos de alguna significación estratégica en el desarrollo local (comunal) se procedió a aplicar una técnica de descripción sistemática de tendencias de desarrollo territorial con algún énfasis en su aspectos culturales, pero relacionados con otras dimensiones convencionales de desarrollo local, sociales, económicas, ecológicas, etc. Este mayor énfasis en aspectos culturales permitió ampliar el rango de polarización más allá de las condiciones de riqueza y pobreza urbana que refleja este tipo de representaciones de análisis territorial de áreas metropolitanas. Los patrones de áreas homogéneas resultantes en este tipo análisis territorial tienden a reproducir la polaridad espacial rural-urbana como proceso de �modernización� o �desarrollo� nacional o regional, ahora a escala de �áreas metropolitanas�, pero en sus inicios como producto de inmigraciones �rurales� hacia las grandes ciudades que no son integradas a sus áreas más desarrolladas generando diversas manifestaciones de asentamientos precarios: barriadas, favelas, callampas, etc., como se las denominó en América Latina. Estas culturas extremas: ya sea de la modernidad o ya sea de la pobreza, poseen recursos patrimoniales, como todas las culturas urbanas identificables en las áreas metropolitanas, pero condicionadas de modo poco favorable para su instrumentación en el desarrollo local en su proceso de asentamiento, radicación o arraigamiento en lugar de inmigración. En esta perspectiva teórica se sostiene que existen tendencias culturales, descriptibles territorialmente, que pueden ser más favorables para sustentar un desarrollo local con un mejor uso de sus recursos patrimoniales en su proceso de integración y arraigamiento metropolitano. Se identifican al menos cuatro tendencias o comportamientos territoriales, además de las dos polares, que permiten clasificar genéricamente las 34 comunas del Gran Santiago, de acuerdo a estos patrones. Hay que consignar que las comunas no son territorios homogéneos y estas tendencias pueden manifestarse en diversos grados. En la práctica se debió seleccionar territorios menores o �enclaves� con mayor homogeneidad para �mostrar� las tendencias clasificadas, pero que tuvieran el rol significativo de representar o dar identidad a la comuna que la posee. Un primer caso observado muestra algunas condiciones relevantes de un tipo de comportamiento cultural urbano relacionado con la extrema �movilidad� y precario �arraigamiento� que presenta la población más �moderna� o acomodada de la metrópoli santiaguina (segmento ABC1 y C2). En este sector el bien inmueble puede ser considerado un bien de consumo desechable, o al menos, renovable con cierta facilidad. Esto significa un bajo compromiso de arraigamiento y por lo tanto con las raíces culturales del lugar. Un segundo caso observado ilustra muchas condiciones relevantes de un comportamiento cultural urbano relacionado con la extrema precariedad del asentamiento o radicación urbana y la movilidad estructural asociada a esta precariedad de asentamiento territorial. Aún cuando existen políticas de asentamiento planificado por parte del Estado, estas son sólo parciales y no aseguran la integración definitiva al sistema metropolitano (empleo, educación, capacitación, etc.). Más aún, las políticas habitacionales vigentes tienden a disolver grupos familiares y disociar colectivos que han luchado por su casa propia. La radicación obligada por necesidad no asegura un compromiso de arraigamiento definitivo. Estos dos comportamientos presentan desde el punto de vista del análisis estratégico de la necesidad de �arraigamiento� urbano y de la aptitud del recurso patrimonial para satisfacer esta necesidad, una racionalidad comparable, en términos que el �desarrollo humano� se lograría preferentemente con una �movilidad� o escalamiento social asociado al cambio de lugar de asentamiento, antes que a la protección del mismo. En el estudio se identifican otros comportamientos, donde la racionalidad de los entes migratorios (personas o grupos) se orienta a ciertos �ambientes� o condiciones territoriales establecidas como metas y donde los recursos para lograr esas metas son mejor valorados en el proceso de localización y posterior arraigamiento. En estos comportamientos �ambientalistas� hay una capacidad de elección del lugar de radicación y la movilidad se racionaliza como una condición secundaria. En esta condición un tercer caso observado destaca un tipo de comportamiento cultural relacionado con migraciones que buscan y logran una integración más rápida y directa con medio ambientes urbanos ya desarrollados y compatibles con las culturas �intangibles� que los emigrantes transportan consigo. En este sentido, es probable que estos inmigrantes ya vengan de medios con características urbanas de cierto desarrollo (pueblos, ciudades pequeñas, etc.). Estos inmigrantes asumen con gran facilidad los valores y objetivos de desarrollo humano, de la población y cultura ya establecida en el lugar de asentamiento. Es así como se puede esperar un fuerte compromiso y arraigamiento de este tipo de comunidades en estas áreas de asentamiento urbano que ya poseen una cultura desarrollada. Un cuarto caso refleja un tipo de comportamiento cultural relacionado con migraciones internas que buscan recuperar el contacto con medios más naturales, pero vecinos a la ciudad. La racionalidad del �desarrollo humano� de estos emigrantes metropolitanos, se apoya en el aprovechamiento y protección de recursos naturales, o bien, de recursos culturales de la tradición rural o campesina. Estas migraciones pueden ser muy individualistas y orientadas por la especulación inmobiliaria de parcelaciones en la periferia metropolitana o pueden ser colectivas, de grupos organizados que buscan establecer comunidades �ecológicas� o �verdes� como respuesta a las deterioradas condiciones que ofrece la ciudad para su desarrollo humano. Se puede esperar un fuerte arraigamiento de estas comunidades cuando cumplen su meta y al mismo tiempo deben luchar por mantener las condiciones naturales y culturales del medio ocupado. El estudio preliminar de tendencias de arraigamiento metropolitano sugiere considerar otros patrones significativos del comportamiento cultural en la ciudad. Estas tendencias se relacionan, probablemente con una racionalidad más �económica� en el sentido de que los migrantes no sólo buscan un empleo como mecanismo de integración a la sociedad urbana, ya sea a nivel de sobrevivencia o bien, a niveles de consumo más avanzado, como podría ser el caso de los cuatro tipos de comportamiento antes definidos, sino que ambientes urbanos propicios para desarrollar actividades productivas o empresariales. Estos migrantes suelen portar una cultura intangible (educación o capacitación) que les otorga ventajas para prosperar y desarrollarse en estos medios propicios. En esta condición un quinto caso representa un comportamiento cultural relacionado con migraciones que se integran con cierta facilidad a �lugares centrales� en formación, con mercados en desarrollo y su racionalidad en la satisfacción de sus necesidades básicas o de superación se apoya en el aprovechamiento de estos recursos urbanos de equipamiento productivo. Usualmente se puede relacionar este comportamiento con la configuración incipiente de lugares centrales o de mercadeo de bienes y servicio de consumo local. La estabilidad económica de lugares con esta vocación de �centralidad�, aseguran un fuerte arraigamiento de los inmigrantes que se dedican al comercio o prestación de diversos servicios. El sexto caso muestra un comportamiento cultural relacionado con migraciones que buscan y se integran con ambientes urbanos productivos de tipo artesanal o industrial. A diferencia de los lugares centrales en formación, estos espacios productivos, suelen ser más inestables y sujetos a cambios profundos en las condiciones económicas que posibilitan la producción artesanal o industrial que permite el desarrollo humano racionalizado por los inmigrantes. Sin embargo, a pesar de estas condiciones inestables se puede esperar un fuerte arraigamiento de inmigrantes a estas áreas urbanas, aún cuando entren en conflicto con otras funciones urbanas vecinas y sufran cierto nivel de rechazo de su entorno inmediato. El concepto de �enclave patrimonial� permite destacar los aspectos genéricos del conjunto de entidades observadas, en la medida que se pueden diferenciar espacialmente y temporalmente de su entorno inmediato. En otras palabras tienen su propia historia y su propia geografía que se puede observar y describir empíricamente. Los �enclaves patrimoniales� fueron avanzadas de desarrollo, pero en la actualidad son territorios retrasados y que están siendo sometidos a un proceso de integración que es resentido y aún rechazado por sus habitantes. En este sentido un enclave patrimonial también debe ser abordado como un proceso de cambio que afecta un lugar o territorio, ya que esto refleja su grado de integración o desintegración al entorno que lo sustenta. Los �enclaves patrimoniales� tienen una matriz como expresión física, material, tangible que permite no sólo la �memoria� sino que también la �práctica� de un modo de vida que se añora. Un enclave patrimonial �auténtico� podría ser aquél en que esta matriz física está habitada, aunque sea parcialmente por una población que ha heredado y sostiene este modo de vida, aún en contra de diversas manifestaciones de cambio cultural que trae el desarrollo metropolitano o exterior. Un enclave patrimonial �ficticio� sería aquél en que esta matriz y su historia, han perdido su población original, pero han atraído una nueva población que desea recuperar ese modo de vida sugerido por la forma física, pero que en realidad termina por importar un modo de vida diferente y nuevas formas de uso y transformación de la matriz física. La identificación de un �enclave patrimonial� (auténtico o ficticio), en los términos que aquí se definen, pueden ser motivo para fundamentar y aplicar normas de protección patrimonial de acuerdo a la legislación vigente, pero lo importante es la incorporación al instrumental del �desarrollo local�, la práctica de análisis y evaluación interna, es decir de la comunidad residente, de los recursos patrimoniales (tangibles e intangibles) que posee y mantener una vigilancia constante sobre el proceso de cambio que trae el desarrollo metropolitano (y global) y en que medida afecta la calidad de vida sus moradores con el fin de prevenir el deterioro ambiental y social y controlar los procesos de poblamiento y despoblamiento indeseados. Un �enclave patrimonial� en un enfoque teórico o al menos conceptual de ordenamiento del territorio no es un �lugar central�, es decir no cumple las funciones sociales, económicas, culturales, políticas, etc., como lo hace este tipo de entidades, cuya evaluación en esta aproximación los califica como enclaves de �desarrollo� en su contexto territorial metropolitano. El centro histórico de Santiago o la �ciudad de San Bernardo� son lugares centrales, pero no lo son los lugares periféricos elegidos, �pueblo Lo Espejo (ZRU)�, �Sector Lo Negrete de Conchalí (ZRU)�; �pueblo de Quilicura�, �Huertos obreros La Pintana�, �barrio El Llano de San Miguel (ZRU)� y �barrio Yungay, Santiago Poniente (ZRU)�, para discutir la hipótesis de relación entre un patrimonio cultural existente y la configuración de identidades culturales en la población residente en todos los casos. En los casos estudiados existen recursos patrimoniales de un valor histórico reconocido, aunque no necesariamente calificado de interés nacional, pero sí de interés local, por lo menos desde el punto de vista de las autoridades de la comuna que contiene el lugar patrimonial. En este sentido su valor patrimonial reconocido puede ser considerado un recurso o �fortaleza� para el desarrollo local, pero también es una �debilidad� su deterioro o costo de preservación, cuando no es asumido por sus usuarios o propietarios. Por otro lado, lo que hemos denominado �identidad cultural�, también puede ser considerado como factor, pero interesa más en este caso como variable de control de satisfacción de una necesidad cultural de integración y arraigamiento en una localidad determinada. En esta perspectiva, el caso �pueblo Lo Espejo� cumple con la condición de poseer recursos patrimoniales reconocidos con una declaratoria de �zona típica�, pero también con la condición de un valor �notorio� de expresión de una �identidad cultural� que propició la acción de su comunidad residente en gestionar tal declaratoria. Independiente de cómo han incidido otros factores de formación del patrimonio cultural o de formación de una �identificación cultural�, esta relación observada en esta localidad ha servido como paradigma de análisis comparativo con los otros casos observados. Se valida la hipótesis inducida de un caso particular, con tres casos en los cuales existe concordancia en estas relaciones, así como no lo hacen las otros dos casos, en forma de relación inversa.
Idioma: spa