Título: Un vasto sistema de ruptura del Orden Convencional Ledoux y las Puertas de Paris
Autores: Díaz Recaséns, Gonzalo
Fecha: 1977
Publicador: Dialnet (Tesis)
Fuente:
Tipo: text (thesis)
Tema:
Descripción: Este estudio se plante como una búsqueda personal por contestar problemas que actualmente se nos presentan. Problemas íntimamente ligados con una concepción de la arquitectura como dialéctrica entre la creación y el sistema autobiográfico de expresi&oac ute;n.Las continuas interrogantes profesionales nos hacen recurrir a la teoría, lo que conlleva acudir a la crítica de la historia, pensando que en ella podemos encontrar ciertas respuestas. Es por tanto una reflexión particular para elaborar y fundamentar nuestra manera de hacer arquitectura.El estudio de la arquitectura lleva consustancialmente el estudio de su historia y de su crítica. Estos dos campos son simultáneos en el desarrollo de ésta disciplina. Sin embargo, la crítica histórica puede estar dirigida hacia distintos objetivos o aspectos.Es por tanto el estudio de la materia organizada la que, por encima de los demás fenómenos, nos interesa. La propia capacidad de evolución desde dentro de la arquitectura sin necesitar o mejor sin atender excesivamente a los factores, sociales, económicos y técnicos.La utilización de la historia nos interesa en cuanto que es una herramienta capaz de contestarnos de alguna manera la posible renovación de la arquitectura convencional agotada, con una nueva sintaxis en la utilización de sus elementos y de sus partes.Por tanto entendemos la crítica cuando ésta tiene una proyección hacia el futuro e influye sobre los procesos artísticos: �Anticipando los caminos de la acción, semejante tipo de crítica fuerza la historia: fuerza la historia pesada, puesto que, al investirla de una fuerte carga ideológica, no está dispuesta a aceptar los fracasos y las dispersiones de que está llena la historia; fuerza el futuro, por que no se contenta con registrar los acontecimientos, sino que empuja hacia soluciones y problemas no planteados todavía (por lo menos no de manera explícita). Su actitud para con la historia pasada, será pues de contestación; para con el futuro, se concretará en profecías.Hablar de arquitectura significa hablar de la historia de la arquitectura, ya que toda crítica necesita de los ejemplos formalizados y éstos al estar proyectados constituyen de hecho la historia.Por otro lado nos permite aproximarnos a esas obras que constituyen, por encima de su propia particularidad, la invención de unos nuevos mecanismos formales y compositivos. Esto es, ver como la arquitectura genera desde dentro de su propia disciplina nuevos argumentos para la construcción formal, manejando elementos, tipos y estructuras formales conocidos.Referimos a ésta construcción real y lógica de la arquitectura, significa recuperar valores marginados por el racionalismo simple: Como dice A. Rossi. �La construcción de un racionalismo más complejo que aquel esquemático, presentado por la historiografía de la arquitectura moderna hasta hace unos años, se enfrenta con una tradición propia y sólo en su referirse a ella puede encontrar una justa relación con el presente.Reconsiderar nuestra arquitectura como un hecho más complejo, que responda más a las aspiraciones del hombre, significa redescubrir valores que están ligando a su propia historia. Esto no significa caer en la libre interpretación de la historia en los �Revivals� del siglo XIX, (habiendo sido éste movimiento más auténtico y de acorde con el fenómeno artístico por su aportación creativa, que el mimetismo pseudoculturalista que disfraza nuevas construcciones de viejos tipos), redescubrir temas y valores, significa crear un campo donde testimoniarse, partiendo de éste lenguaje elaborado por la historia y desarrollando el hilo de la experiencia, sin necesidad de tener siempre que empezar desde el principio, ni de utilizar caminos que han sido agotados por la historia de la arquitectura y del arte.La hipótesis de una teoría de la proyectación arquitectónica debe basarse en el conocimiento y en el manejo de elementos y formas conocidas y experimentadas; un collage de arquitectura prefijada, donde la invención se limita a los sistemas de relación.La elaboración de nuevos elementos y nuevos tipos corresponde a otros campos disciplinarios (técnicos, económicos� etc.). La arquitectura debe centrarse en el estudio de su sintaxis, como único medio a su alcance para poder ir alterando, con el discurrir de la historia, sus propias palabras.El lenguaje arquitectónico no aparece súbitamente: ha surgido de un proceso largo y de continuas reconsideraciones. Al igual que cualquier código ha sido elaborado lentamente y las palabras poco a poco han ido cobrando su significado. Es algo iluso pretender amanecer con un nuevo idioma, ya que sus palabras carecerían al menos de muchos de sus significados.El estudio de la historia de la arquitectura proporciona una mayor comprensión del legado arquitectónico, planteando una lectura más compleja de su realidad, ya que en ella están latentes sus significados originarios y sus transformaciones. Estudiar la procedencia y transmisión de éste lenguaje significa encontrar relaciones que aclaren la evolución compleja de la arquitectura contemporánea.Por último la capacidad perdurable de transmisión poética en la obra de arte, puede ayudar a la inspiración y a la creación de un sistema propio de autoexpresión. Independientemente de que la crítica pueda comprobar y extraer normas a partir de un examen racional de la historia, enfocada hacia los problemas actuales.
Idioma: spa