Título: Dinámica antroponímica y estructura demogenética en Casabindo: siglos XVI al XXI
Autores: Alfaro Gómez, Emma Laura
Fecha: 2011-11-22
2010
2010
Publicador: Unversidad Nacional de La Plata
Fuente:

Tipo: Tesis
Tesis de doctorado
Tema: antroponimia; estructura poblacional; isonimia; Casabindo
Antropología
Ciencias Naturales
Población Indígena
Familia
Linaje
Nombres
sociedad
apellido
Descripción: Las formas de denominación de las personas desempeñan un papel fundamental en la estructuración de las sociedades ya que los nombres y apellidos confieren identidad, singularidad y permiten señalar la pertenencia de quienes los portan a una o varias familias o linajes. En este trabajo se utilizan los antropónimos de los casabindos, grupo indígena propio de la puna de Jujuy, Argentina. Se realiza el seguimiento de los casabindos y sus descendientes a lo largo de un período de más de 400 años, a partir de la información consignada en una serie secuencial de registros de población, para analizar las características del sistema nominativo y la estructura poblacional. Las fuentes primarias utilizadas corresponden a un documento del siglo XVI sobre el bautismo del cacique de Casabindo; al padrón más antiguo existente para casabindos y cochinocas, de mediados del siglo XVII; a un padrón de tributarios de Casabindo fechado en 1688; a dos registros de población de fines del siglo XVIII; al Segundo Censo Nacional de la República Argentina realizado en 1895 y a los padrones electorales de 1982 y 2001. Se analizó el origen (autóctono o foráneo), la frecuencia y perduración de las formas de denominación y su transformación entre 1557 y 2001. La estructura demogenética se estimó mediante el cálculo de parámetros isonímicos indicativos de consanguinidad, aislamiento, sedentarismo y migración que se relacionaron con información demográfica como tamaño poblacional, distribución de la población por edad y sexo, estado civil y composición familiar. Los resultados obtenidos permiten conocer una serie de antropónimos usados en Casabindo en épocas prehispánicas, que sufrieron un proceso selectivo que transformó a los nombres nativos masculinos en apellidos y provocó la desaparición de los nombres femeninos. La evolución del sistema nominativo en Casabindo se caracteriza, durante el siglo XVI, por la presencia exclusiva de nombres autóctonos, simples o compuestos, propios de cada sexo y que cambian de generación en generación. La población del siglo XVII todavía registra antropónimos diferentes en varones y mujeres donde la mayoría presenta un primer nombre español otorgado en el bautismo y un segundo nombre indígena mientras que en una ínfima proporción se observa que ambos apelativos son de origen español. A fines de este siglo comienza la transmisión del segundo nombre entre generaciones con sistemas paralelos padre-hijo y madre-hija. En el siglo XVIII, en cambio, toda la población presenta un primer nombre español y un segundo nombre indígena que corresponde a los propios de los varones en los siglos anteriores. El segundo nombre paterno, ya transformado en apellido, se transmite a toda la descendencia. En cuanto al origen se advierte que los apelativos autóctonos son los más frecuentes y que representan más del 90% de la población total hasta el siglo XVIII y descienden al 50% en el período que va desde 1895 a 2001 con el correspondiente aumento de los portadores de apellidos foráneos, fundamentalmente de origen español. Esto representa un cambio significativo y marca la apertura de la población de Casabindo al descender el aislamiento en el que se encontraba hasta este momento. Durante los dos primeros siglos analizados se registra una población aislada donde las barreras no serían geográficas sino que estarían relacionadas con la organización familiar y administrativa colonial representada por el ayllu y la encomienda respectivamente. Esta explicación se fortalece por los elevados coeficientes de consanguinidad y sedentarismo y los bajos valores encontrados para los indicadores de inmigración reciente y diversidad de apellidos que definen a la población de Casabindo como cerrada, al menos hasta fines del siglo XIX. El escaso movimiento poblacional reconocido en Casabindo, en virtud de las diferencias intersexuales que presentan los dos últimos indicadores mencionados, habría estado a cargo de las mujeres y relacionado con la residencia virilocal propia del sistema de encomiendas. A pesar de estos acontecimientos sociodemográficos y de la dinámica antroponímica, es posible establecer la perduración en el área original de cuatroapellidos, originalmente nombres indígenas, por más de 400 años y de un conjunto de otros 21 nombres desde mediados del XVII hasta hoy. A principios del siglo XXI se observa una dispersión gradual selectiva del tronco antroponímico original de los casabindos en los territorios vecinos, el NOA y otras regiones argentinas. El seguimiento de los antropónimos, en cortes temporales de aproximadamente 100 años, permitió analizar, indirectamente, la estructura demogenética de las poblaciones por el método isonímico y la dinámica poblacional en la zona de Casabindo entre los siglos XVI y XXI identificando fenómenos demográficos y microevolutivos como la migración y el aislamiento. La permanencia espacio-temporal de estos antropónimos sugiere el probable mantenimiento de características biológicas distintivas en descendientes de la población colonial del área de Casabindo, que hacen que estos apellidos puedan ser homologados a marcadores moleculares para inferir el posible origen de un individuo o sus antepasados, según sus apellidos. La relación entre antroponimia y marcadores moleculares en la población actual y en restos humanos arqueológicos ofrece nuevas posibilidades de reconstruir el tronco original de la población prehispánica del sector central de la Puna de Jujuy, contribuyendo a profundizar el conocimiento sobre la identidad y el patrimonio bio-cultural de la población actual de la zona Casabindo y de la provincia de Jujuy.
The forms of denominating people play a key role in the social structure, because name and family name confers identity, uniqueness, and permit to point out the family or linage to which the bearer belongs to. In this work, the antroponyms of the casabindos, a aborigin group from the jujenean Puna (Argentina), are used. Based on the information recorded in a series of population archives, the tracking of the casabindos and their descendents was done for a period of over 400 years, allowing the analysis of the characteristics of the nominative system, and the population structure. The main sources for this work correspond to a document about the baptism of the Casabindo cacique, dating back to the 16th century; the oldest registry from the casabindos and cochinocas, from midst of the 17th century; a registry of tax payers of Casabindo dated on 1688; two population records from the end of the 18th century; the Second National Census from the Argentine Republic done on 1895; and the electoral register from 1982 and 2001. The origin (autochthonous or foreign), the frequency, the persistence of the denomination forms, and their transformation between 1557 and 2001 was analyzed in this work. The demogenetic structure was estimated by means of isonymy parameters that indicated consanguinity, isolation, sedentarism, and migration. These data were related with demographic information such as population size, population distribution by age, sex, marital status, and family composition. The obtained results allowed knowing a series of antroponyms used in Casabindo during pre-Hispanic times. These antroponyms underwent a selective process, in which native male names were transformed into family names, while native female names disappeared. The evolution of the nominative system during the XVI century in Casabindo is characterized by the presence autochthonous names exclusively. They could either be single or compound names, unique for each sex, and they could change from generation to generation. The 17th century population exhibit different antroponyms for males and females, where most of them have a Spanish first name given at the baptism, as well as a second native name. On the other hand, a very small proportion of the population has both first and second names from Spaniard origin. The transmission of a second name from one generation to the following generation, with parallel systems of father-son and mother-daughter transmission, begun at the end of the 17th century. Conversely, at the 18th century, the entire population presents a first Spaniard name and a second native name. The second name is derived from native male names of the previous centuries. The paternal second name, once transformed in family name, is then transmitted to the descendants. It has been observed that 90% of the population has native names until the end of the 18th century. Between 1895 and 2001 the proportion of native surnames was reduced to 50%, meanwhile the incorporation of foreign last names (mainly from Spanish origin) increased. This significant change indicates the breakage of the isolation of the Casabindo population. The population from the first two centuries presented socio-cultural barriers related to the familiar organization (ayllu) and the colonial administrative organization (encomienda). This is associated to an elevated consanguinity and sedentarism, as well as low recent immigration and family name diversity. In addition, the “encomienda” system favored a high proportion of women immigrating into the population. Only four originally native names are present in the Casabindo area since 1557. From the middle of the 17th century 25 names have been reported in the population. In the beginnings of the 21st century a gradual and selective geographic dispersion of these 25 names has been observed.The tracking of the antroponyms, in intervals of 100 years between the 16th and 21st centuries, allowed the indirect analysis of the demogenetic structure of the Casabindo population. The permanence of the antroponyms in space and time suggest the possible maintenance of a genetic background with distinctive characteristics which could be associated to molecular markers. The relationship between the molecular markers and the surnames in the actual population as well as archeological human remains opens new possibilities to reconstruct the original pre-Hispanic population tree from the central part of the jujenean Puna. This would further contribute to the better understanding of the bio-cultural identity of the Casabindo and Jujuy population.
Idioma: Español