Título: Observaciones geológicas en la Alta Cordillera de Mendoza, Departamento de Tunuyán, entre el río Palomares y el cordón del Marmolejo, al Oeste del Alto río Tunuyán
Autores: Armando, Vicente
Fecha: 2011-04-29
1949
1949
Publicador: Unversidad Nacional de La Plata
Fuente:

Tipo: Tesis
Tesis de doctorado
Tema: Ciencias Naturales
Geología
Hidrogeología
Descripción: El presente trabajo es una contribución al conocimiento de la Geología del sector de la Alta Cordillera de Mendoza, comprendido entre el río Palomares y el cordón del Marmolejo (límites norte y sur, respectivamente, de la región estudiada), llegando mis observaciones, por el Este, hasta el Alto río Tunuyán. Dentro de estos límites se presentan cotas que varían entre menos de 2800 m (en el río Tunuyán) y más de 6000, en el cerro Marmolejo. De la Geología de esta zona solo se tenían referencias a través de los escasos datos suministrados por Darwin (1846) y por los consignados en un rápido informe realizado por Eduardo Trümpy (1941). Las rocas más antiguas que afloran en esta región, están representadas, en general por esquistos oscuros, arcillosos o arenosos y por esquistos cuarcíticos, feldespáticos, micáceos, fuertemente plegados. Estos esquistos tienen una edad no inferior al Carbonífero, pues en ellos encontré restos de Equisetites. Juntamente con las intrusiones de pórfidos cuarcíferos aflorantes a ambas márgenes del río Tunuyán, esos esquistos constituyen el borde occidental de lo que Groeber llama "Ambiente de la Cordillera Frontal", el cual se halla escasamente representado dentro de la zona estudiada. El Mesozoico, en cambio, se presenta bien desarrollado en ella. No he observado sedimentos del Triásico, ni del Liásico, ni tampoco de todo el Dogger, siendo los escasos afloramientos de yeso ("Yeso Principal" de Schiller o "Auquilcoense" de Groeber) la más vieja de las rocas mesozoicas aquí representadas. Sobre él se depositaron las areniscas rojas del Kimmeridgiano que alcanzaron un potente desarrollo. Se las ve bien representadas en los cerros Palomares del Sur, presentándose, en partes, finamente conglomerádicas. Se produjo luego un descenso de los continentes, formándose la cuenca del geosinclinal que permitió, durante el Titoniano y una buena parte del Neocomiano, la acumulación de grandes cantidades de calizas, portadoras de una rica fauna de amonites y pelecípodos ( Substeueroceras sp., Pholadomya agrioensis, Trigonia transitoria, T. Carrincurensis, T.groeberi, Panopea dupiniana, Virgatosphinctes sp., Aulacosphinctes sp., etc.). De acuerdo a la determinación de estos fósiles, es posible ubicar esta formación dentro del "Mendociano", de Groeber. El yeso, conjuntamente con las areniscas rojas y las calizas, participaron, luego, de fuertes movimientos (posiblemente senonianos), siendo plegados y expuestos luego a la erosión. La Cordillera Frontal, además, también comenzó a elevarse, estructurándose sobre ella una penillanura, en la cual se depositaron: primero, el "Conglomerado Basal" y luego, tobas y calizas, en forma alternada, que, según Trümpy podrían ubicarse en el Cretácico sup.? (sincrónicos con los Estratos de Malargüe). Ya en tiempos del Terciario, sobre esta formación, comenzó la sedimentación de conglomerados y areniscas que alcanzaron un espesor muy probable de hasta 3000 m. (''Conglomerados de Tunuyán" de Darwin o "Conglomerados de Santa María" de Schiller, según E. Trümpy). Dentro de ellos se distingue una parte inferior conglomerádica, de color gris claro, en los cuales se advierte la presencia de cantos de calizas del "Mendociano", juntamente con una gran variedad de rocas magmáticas y metamórficas. Durante la sedimentación de estos conglomerados grises, se produjeron efusiones de basaltos y andesitas, que los cubrieron en forma de mantos. Estos se pueden ver a ambas márgenes del arroyo Peñón. A esos conglomerados siguieron luego unas areniscas calcáreas, cuyo desarrollo se puede seguir a lo largo de los arroyos Atravesado y Peñón. En ellas hallé fragmentos de troncos silicificados (posiblemente Araucarites). Hacia el Norte, estas areniscas van siendo reemplazadas por sedimentos más gruesos que llegan, frente al río Palomares, a constituir conglomerados de color rojizo. Cubriendo a éstos, hay de 50 a 100 m. de un conglomerado tobáceo blanco, seguido luego, por otras capas de conglomerado gris verdoso. Un fuerte empuje proveniente del Oeste fracturó y elevó a las rocas mesozoicas por encima de las terciarias, estructurándose la Cordillera Principal. En el Este, la Cordillera Frontal también se elevó, de tal manera que, el "Conglomerado Basal", las tobas del Cretácico sup.? y los estratos terciarlos, se plegaron bajo la presión de esas dos masas. Posteriormente a esta época de intenso diastrofismo se produjeron las efusiones de basaltos ácidos y andesitas básicas que llegaron a constituir el cordón del Marmolejo y el cerro del mismo nombre. Estas efusiones se produjeron en forma de sucesivos mantos, con una potencia total de más de 1500 m. Se produjeron en el Cuaternario preglacial, ya que estas rocas volcánicas participan en la constitución de las morenas que se distribuyen a largo de los arroyos Salinillas y Marmolejo. Los rasgos fisiográficos actuales de la región estudiada, presentan los efectos de intensas glaciaciones que elaboraron profundos circos glaciales en las cabeceras de los arroyos Salinillas y Marmolejo, depositando, además, abundantes morenas. Actualmente los hielos son muy escasos y solo se reducen a los existentes sobre el cerro Marmolejo y a los glaciares que de él se desprenden, originando los dos arroyos últimamente nombrados.
Idioma: Español