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El presente trabajo es una contribución al conocimiento de la Geología del sector de la Alta
Cordillera de Mendoza, comprendido entre el río Palomares y el cordón del Marmolejo (límites
norte y sur, respectivamente, de la región estudiada), llegando mis observaciones, por el Este,
hasta el Alto río Tunuyán.
Dentro de estos límites se presentan cotas que varían entre menos de 2800 m (en el río
Tunuyán) y más de 6000, en el cerro Marmolejo.
De la Geología de esta zona solo se tenían referencias a través de los escasos datos
suministrados por Darwin (1846) y por los consignados en un rápido informe realizado por
Eduardo Trümpy (1941).
Las rocas más antiguas que afloran en esta región, están representadas, en general por
esquistos oscuros, arcillosos o arenosos y por esquistos cuarcíticos, feldespáticos, micáceos,
fuertemente plegados.
Estos esquistos tienen una edad no inferior al Carbonífero, pues en ellos encontré restos de
Equisetites.
Juntamente con las intrusiones de pórfidos cuarcíferos aflorantes a ambas márgenes del río
Tunuyán, esos esquistos constituyen el borde occidental de lo que Groeber llama "Ambiente de
la Cordillera Frontal", el cual se halla escasamente representado dentro de la zona estudiada.
El Mesozoico, en cambio, se presenta bien desarrollado en ella. No he observado sedimentos
del Triásico, ni del Liásico, ni tampoco de todo el Dogger, siendo los escasos afloramientos de
yeso ("Yeso Principal" de Schiller o "Auquilcoense" de Groeber) la más vieja de las rocas
mesozoicas aquí representadas. Sobre él se depositaron las areniscas rojas del Kimmeridgiano
que alcanzaron un potente desarrollo. Se las ve bien representadas en los cerros Palomares
del Sur, presentándose, en partes, finamente conglomerádicas.
Se produjo luego un descenso de los continentes, formándose la cuenca del geosinclinal que permitió, durante el Titoniano y una buena parte del Neocomiano, la acumulación de grandes
cantidades de calizas, portadoras de una rica fauna de amonites y pelecípodos (
Substeueroceras sp., Pholadomya agrioensis, Trigonia transitoria, T. Carrincurensis, T.groeberi,
Panopea dupiniana, Virgatosphinctes sp., Aulacosphinctes sp., etc.). De acuerdo a la
determinación de estos fósiles, es posible ubicar esta formación dentro del "Mendociano", de
Groeber.
El yeso, conjuntamente con las areniscas rojas y las calizas, participaron, luego, de fuertes
movimientos (posiblemente senonianos), siendo plegados y expuestos luego a la erosión.
La Cordillera Frontal, además, también comenzó a elevarse, estructurándose sobre ella una
penillanura, en la cual se depositaron: primero, el "Conglomerado Basal" y luego, tobas y
calizas, en forma alternada, que, según Trümpy podrían ubicarse en el Cretácico sup.?
(sincrónicos con los Estratos de Malargüe).
Ya en tiempos del Terciario, sobre esta formación, comenzó la sedimentación de
conglomerados y areniscas que alcanzaron un espesor muy probable de hasta 3000 m.
(''Conglomerados de Tunuyán" de Darwin o "Conglomerados de Santa María" de Schiller,
según E. Trümpy). Dentro de ellos se distingue una parte inferior conglomerádica, de color gris
claro, en los cuales se advierte la presencia de cantos de calizas del "Mendociano", juntamente
con una gran variedad de rocas magmáticas y metamórficas.
Durante la sedimentación de estos conglomerados grises, se produjeron efusiones de basaltos
y andesitas, que los cubrieron en forma de mantos. Estos se pueden ver a ambas márgenes
del arroyo Peñón. A esos conglomerados siguieron luego unas areniscas calcáreas, cuyo
desarrollo se puede seguir a lo largo de los arroyos Atravesado y Peñón. En ellas hallé
fragmentos de troncos silicificados (posiblemente Araucarites).
Hacia el Norte, estas areniscas van siendo reemplazadas por sedimentos más gruesos que
llegan, frente al río Palomares, a constituir conglomerados de color rojizo. Cubriendo a éstos,
hay de 50 a 100 m. de un conglomerado tobáceo blanco, seguido luego, por otras capas de
conglomerado gris verdoso.
Un fuerte empuje proveniente del Oeste fracturó y elevó a las rocas mesozoicas por encima de
las terciarias, estructurándose la Cordillera Principal. En el Este, la Cordillera Frontal también
se elevó, de tal manera que, el "Conglomerado Basal", las tobas del Cretácico sup.? y los
estratos terciarlos, se plegaron bajo la presión de esas dos masas.
Posteriormente a esta época de intenso diastrofismo se produjeron las efusiones de basaltos
ácidos y andesitas básicas que llegaron a constituir el cordón del Marmolejo y el cerro del
mismo nombre. Estas efusiones se produjeron en forma de sucesivos mantos, con una
potencia total de más de 1500 m. Se produjeron en el Cuaternario preglacial, ya que estas
rocas volcánicas participan en la constitución de las morenas que se distribuyen a largo de los
arroyos Salinillas y Marmolejo.
Los rasgos fisiográficos actuales de la región estudiada, presentan los efectos de intensas
glaciaciones que elaboraron profundos circos glaciales en las cabeceras de los arroyos Salinillas y Marmolejo, depositando, además, abundantes morenas.
Actualmente los hielos son muy escasos y solo se reducen a los existentes sobre el cerro
Marmolejo y a los glaciares que de él se desprenden, originando los dos arroyos últimamente
nombrados. |